Comentaba hoy justo con unos compañeros de la clase de selección, mis experiencias en estas semanas involucrado en la política y el compromiso que tengo con la lista B.
Supongo que la indignación y descontento que he sentido al ver como se han manejado las campañas debe ser hasta cierto punto normal. Lo cierto es que cada día algo se aprende y he aprendido bastante.
Básicamente, he aprendido que la Psicología y la política van tomadas de las manos. La cantidad de patologías; rasgos y estructuras, se encuentran por todos lados. El análisis es interesante, y nos lleva a la reflexión.
Nuestra constante búsqueda del ego, nos lleva a refutar constantemente acciones que traten de opacarnos, o en el más adecuado de los casos, reducirnos. Esto nos propicia a una pugna de poderes que solo termina cuando no queda nada en juego.
Hoy le había dicho a Xavier Loor que ya la campaña había llegado a su fin de nuestro lado en el sentido de contestaciones a provocaciones. Y creo que la cordura regresará paulatinamente a todos nosotros, los que estamos implicados en esto, porque es la naturaleza del sistema : O se reconstruye a si mismo o perece. Y no estámos destinados a desaparecer. No de esta forma.
Pese a que la diplomacia nunca ha sido una de mis mejores virtudes, la he practicado, aunque he tenido que dejarla de lado durante estas semanas para poder ponerme al mismo nivel de los ataques hacia nosotros. Y es que, un nivel de implicación e involucramiento requiere medidas drásticas. Situaciones extremas, requieren medidas exrtremas.
La lista B, concluye hoy su campaña de contestaciones, esperando que al término de las elecciones, quien quiera que sea el ganador, trabaje por la facultad sin estar recurriendo a bajezas de ataques personales o ideológicos, ya que un ataque no justifica un contraataque, mientras existan otros mecanismos de solución de conflictos.
Es para mi entonces, un honor luchar al lado de personas que compartimos las mismas ganas de cambio y de dar lo mejor para el mejoramiento de la facultad. No me arrepiento por haber defendido a mis compañeros, evitando siempre el anonimato, afrontando incluso las agresiones que esto acarree.
Independientemente del resultado del lunes, siento que en toda esta guerra ideológica y confrontaciones de toda índole, he aprendido muchísimo de positivo también, y eso desde cierto punto de vista, me hace sentir un ganador al haber vencido muchos miedos y roto muchos esquemas mentales propios.
Les invito a quienes lean esto, a que al momento de votar tomen muy en cuenta las propuestas, y que no piensen que la confrontacion siempre es algo malo. Se puede sacar mucho de esta, incluso medir el nivel de defensa de los pensamientos propios, y el nivel de involucramiento de cada quién. Si ha sido una campaña muy reñida, eso demuestra que tán importante o que tán comprometidas se encuentran las motivaciones personales en los comicios.
Espero pues, que en estas elecciones al final seamos ganadores todos los estudiantes de la facultad.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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